jeudi 4 juin 2009
TRES O CUATRO.
Nunca fui malcriada. Caprichosa sí, desde el primer momento.. pero nunca me prestaron mucha atención. Cuando era chiquita (a los 3 o 4 añitos) me enojaba mucho. Vulnerable también, eso siempre lo fui. En vez de entonces hacer berrinches, me escondía debajo de la cama de mis viejos. Y me quedaba ahí, horas enteras, en silencio religioso, pancita abajo, respirando polvo y espiando los tacones de mi mamá entre otros. Hace un tiempo ya que no quepo bajo la cama, y tampoco me divierte tragar el mismo polvo.. pero aún me calma esconderme y no ser visible, estar en contacto con el suelo, el agua..
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